martes, 22 de enero de 2013

ALGUNOS HISTORIETISTAS

 Análisis del cómic mexicano de Memín
Es preciso señalar que Memín es un personaje de historieta mexicano creado por Yolanda Vargas Dulché en 1943.  Este nombre, “Memín”,  lo tomó del apodo que tenía su esposo Guillermo de la Parra, a quien, sus amigos cariñosamente le decían “Memín Pinguín”, diminutivos de Guillermo y Pingo, respectivamente, cuyo significado, de este último es ser travieso. 
De acuerdo a la temática que envuelve a este personaje, Memín representa el carácter de inconformidad del pueblo negro frente a las injusticias que contra ellos la sociedad entera ha ejercido durante cientos de miles de años a lo largo de la historia.  Por ejemplo, en el pasaje donde se narra la primera comunión de Memín y su amigo Ernestillo, se narra el hecho de que él escucha decir que los “negros” no irán al cielo (Memín es negro).  Ante esto, la reacción de este personaje es de rebeldía, “se hace malo”, golpea a sus amigos, no asiste a clases, en fin, es símbolo de un “irrespeto” a lo establecido socialmente. 
En otra escena, la autora representa a “Memín” en la ciudad de Dallas donde, por ser negro, no es atendido igual que otros de sus compañeros que no lo son.  Esta es la razón suficiente para que este personaje adopte actitudes de rebeldía contra la injusticia cometida contra él.  Tiene la solidaridad de sus amigos. 
A pesar de que no todo es acto reivindicatorio, sin embargo, por medio de la historieta, Yolanda Vargas pone al descubierto la inconformidad y rebeldía de un niño, en época escolar aún, que no está dispuesto a soportar las típicas humillaciones discriminatorias que la sociedad, representada por ese grupo de personas contrarias a Memín dentro de la historieta, ejerce sobre él. 
 
La cuestión política en el historietista Rius
Rius es el seudónimo del caricaturista e historietista mexicano Eduardo del Río García, nacido en Michoacán el 20 de junio de 1934.
Gubert sostiene que  el caricaturista debe conjugar el dibujo con el humor, caso contrario, el resultado que se persigue se “deteriora”.   De igual manera sostiene que “la lámina del dibujante es sólo un proyecto de comunicación de masas”, que ante todo es preciso entender que los cómics tuvieron su génesis en Estados Unidos, en la industria periodística “de finales del siglo XIX”. 
Con estas referencias, es preciso anotar que Eduardo del Río García, Rius, ha conseguido, por medio de sus publicaciones, conjugar, como buen autodidacta, su parte narrativa y su aporte gráfico, con un sentido crítico a la sociedad mexicana, no solamente en el aspecto político, sino también, en lo que se refiere a la religión, a la filosofía, a la economía, al sexo, etc.   El hecho de haber contribuido con sus escritos en varias revistas de publicación y difusión masiva, demuestra claramente que entendió a cabalidad el poder de su trabajo para conmover la conciencia de la sociedad frente al orden establecido en los diferentes campos. 
Su estilo “irreverente e incisivo” es la demostración de aquel inconformismo que compartía con la gran sociedad frente a los acontecimientos de toda índole.  Su estilo está impregnado de un realismo que facilita la comprensión de sus lectores a tal punto que sin mayor esfuerzo se puede entender el mensaje de sus obras que pueden poner a la luz pública a un político corrupto o a un hombre honrado. 
En definitiva, Rius se lo puede entender como un hombre directo, crítico e inconforme.  Se ha declarado abiertamente como “ateo” aunque profese un cierto respeto por la filosofía cristiana, afirmando con convencimiento que los cristianos “son los que menos practican el cristianismo”. 
 
 
El “Santo”, un superhéroe mexicano
 
El “Santo” es una leyenda “plateada” conocida como el enmascarado de plata, una clásica figura de la lucha libre mexicana que además constituye un símbolo trascendental. 
Es una publicación donde se refiere al “superhéroe más famoso del cine mexicano”, Santo, un ser enmascarado, cuyo nombre verdadero era Rodolfo Guzmán Huerta, que en la vida real fue un campeón de lucha libre convertido en leyenda por el hecho de protagonizar más de cincuenta películas junto a otros de iguales características.  Su enigmática personalidad hizo que siempre usara la máscara a tal punto de que la gente, únicamente conoció de su verdadera identidad, luego de su muerte. 
El Santo ha sido un gran pionero de los cómics, películas de lucha libre.  Asimismo tuvo un carisma especial e incomparable con los niños.  En México fue admirado por ser un héroe no solo de películas sino de carne y hueso cuya lucha se desarrollaba, no como los clásicos norteamericanos, en una torre con los malvados, sino en las calles de México, situación de dio un carácter simbólico mayor en la sociedad.     

 
 


 


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